lunes, noviembre 27, 2006

¿ABAJO LA IGLESIA? 09

LA IGLESIA REACTIVA
Y OTROS DEMONIOS INDIGENTES
Sección 2 - Parte 4


Pero, ¿qué se va a hacer? Los cristianos tenemos derecho a defendernos.
Esto no es de ahora, los Cruzados y otros ejércitos “santos” se crearon para defendernos de la amenaza de los musulmanes, y en la Edad Media la inquisición quemaba brujos y herejes, en orden de defender el evangelio.

¿Qué dice la Biblia de esto?
“Pero tengan en cuenta que no hay por qué preparar una defensa de antemano, pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder, que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.” (Lucas 21:14,15)

Todo el tiempo hemos tenido oposición, ¿por qué? Jesús dice que porque “Así tendrán oportunidad de dar testimonio ante ellos.” (v 13) Así que olvidémonos de los enlatados y es ¡tiempo de confiar en el Espíritu!

¿Por qué los he llevado tan lejos? Para que se den cuenta de que somos reaccionarios, la iglesia actual y de hace algunos siglos es reactiva y como es atacada contraataca y en muchos casos, el contraataque es realmente ofensivo. Mi problema con esto es que en la Biblia se me ha dicho que mi lucha no es contra carne ni sangre. Hemos olvidado lo de poner la otra mejilla (lo que para muchos es teórico), y de no devolver mal por mal… o de confiar.

Como se nos enseñó (en el mismo ambiente de la Iglesia) a reaccionar, eso es lo que hacemos cuando somos heridos por gente de nuestro mismo flanco de guerra: reaccionamos y herimos. Y es esa la razón por la cual muchos, en la posición de los que ya he mencionado, han decidido contraatacar, y señalar al resto de nosotros, que todavía seguimos en “este lado”, como los malos de la película y a cambiar ¡baby!

No estoy defendiendo ningún lado, simplemente estoy exponiendo ante ustedes una problemática, que a mi entender no se soluciona como la estamos solucionando ahora, y como dijo Pablo “creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.” (1 Corintios 7:40)

Este “reaccionismo” nos lleva a reaccionar incluso contra nosotros mismos. Hace un año y medio, mientras pintaba mi oficina en un feriado dominicano, recibí una llamada de una señora que es madre de uno de los jóvenes que asite a la iglesia en donde sirvo como pastor. La señora me dijo que no quería que su hijo siguiera asistiendo a esta congregación, y de cierta forma me señaló que su pastor le había advertido respecto a nosotros. Le dije, tranquilamente, que sabía algunos comentarios que había hecho este señor con respecto a nosotros como congregación, y la respuesta de la señora fue “lo que pasa es que mi pastor tiene un llamado a confrontar los falsos profetas”. En ningún momento ella se refirió a mi como tal, pero le dije: “Si soy considerado un falso profeta o que estoy haciendo algo mal, entonces, su pastor, a quien respeto mucho aunque sólo lo conozco superficialmente, debería confrontarme a mi y así yo ser sanado de mi “herejía” pero no a usted quien está en esa Santa Congregación.”

Hay una viciosa enfermedad de señalarnos, de acusarnos, etc. Si bien es cierto que lo falso debe ser confrontado en orden a que la iglesia crezca sana, esto no debe provocar una ansiedad tal de ejercer presión sobre nuestros hermanos para que “no tomes en tus manos, no pruebes, no toques…” (Colosenses 2:21)
Y es este “reaccionismo” lo que nos lleva a separarnos, y a mantener el cuerpo deforme.

(continuaremos...)

5 comentarios:

Alex Rodriguez dijo...

Fausto, tú sabes bien que estoy 100% contigo en cuanto al reaccionismo. Es decir, la Iglesia debe ya dejar de ser definida por lo que los que están fuera hagan o digan... pero lamentablemente este es un mal impulsado por nuestra excelencia en depender de instituciones, gobiernos y corporaciones, y nuestro énfasis en el movimiento basado en la comercialización (Lo que decías de los del Codigo da Vinci es un ejemplo de eso... en EEUU se publicaron mas de 10 o 15 libros basados en "contrarrestar" un sólo libro).

Sin embargo, como un apasionado de la apologética,a mí me preocupa esta frase tuya:

"Así que olvidémonos de los enlatados y es ¡tiempo de confiar en el Espíritu!"

En nada pretendo desmeritar al Espíritu de Dios, pero han habido más errores y problemas por "confiar en el Espíritu" de forma ignorante, que de estar preparados para dar una respuesta (1 Pedro 3:15).

No es que defiendo los "enlatados", porque eso elimina el dinamismo del Espíritu... pero tampoco estoy con la idea de que el Espiritu siempre hace las cosas al vacío y sin esfuerzo de nuestra parte . . . por supuesto que El es Soberano para hacerlo, y lo hace, pero no es normativo ni ha sido prometido a nadie que lo haría así en todos los casos.

En cuanto a la cita de Lucas 21 (y puede ser que estés en desacuerdo), eso tenía relevancia directa para los que serían prendidos y llevados a sinagogas y ante reyes y gobernadores (verso 12), justo antes del tiempo en que Jerusalén fue rodeada por ejércitos (verso 20). No es una promesa para nosotros, era para un tiempo y un lugar específico y marcado por el Señor mismo. El contexto es clarísimo, lee el pasaje y lo verás.

Me interesan mucho tus opiniones, big hug, pronto te confirmo el viaje,

A&R

Natanael Disla dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo que dices, Alexander, el contexto está claro que se refería a aquel entonces.

Nosotros como iglesia forjamos nuestra identidad en lo que dice la gente de fuera, en vez de dedicarnos a buscarla dentro de nosotros mismos.

Fausto Liriano dijo...

Alex: Muchas gracias por tu comentario... ¿cómo entiendes la "confianza en el Espíritu? Es muy importante saber eso y quizas debi explicarlo... el Espíritu es el Consolador (Paracleto= es mas como un fortalecedor), yo personalmente no concibo la obra del Espíritu sin un contexto humano. Para que el Espíritu trabaje tiene que estar la iniciativa humana, luego el Espíritu acompaña esa iniciativa, todo hombre que tuvo éxito en la Biblia lo tuvo porque luego de tomar una decisión Dios respaldo esa decisión, pero primero ellos debieron arriesgarse. Asi que, como tú, tampoco creo en la obra del Espíritu en el vacío. Cuando habló de los enlatados es que man!!! aprendemos 10,000 maneras de responder, estamos locos por usarlas pero ¿y cuando se nos pregunta algo fuera de la lata que nos comimos? "Se nos rompe la botella" como decimos aquí, entonces tiene que haber preparación y luego confiemos en el Espíritu de que la Palabra dará fruto. Es la diferencia abismal entre Cristo y nosotros (nótese que debemos ser como Cristo, es la meta ¿no?), El no necesitaba dar respuestas largas sino las correctas, luego no había esa ansiedad por defender su causa o lo que proclamaba con mucha argumentación, eso es imposible sin el Espíritu, es lo que nos hace falta y es a lo que me refiero.
Respecto al versículo, estamos de acuerdo, pero ¿no podemos usar una promesa hecha a otros creyentes como punto de partida a la forma en que Dios puede trabajar en nosotros?
Probablemente también estamos "desEspiritusados"...

Lamentablemente m ucha de nuestra apologética la usamos más contra nuestros hermanos que contra los de afuera...
Paz a ustedes hermanos...

MonjaGuerrillera dijo...

Sobrino, me gustaria linkear esta serie, si se lo permites a una tía guerrillera.

Fausto Liriano dijo...

Gaby: ¡Pero dale linkeala! A la tìa guerrillera siempre se le permite...
Dios te bendiga..