117- SI... DIOS ESTA "EN CONTROL"
Cada vez que alguien nos dice: "Tranquilo... Dios está en control." es casi el preaviso de que la cosa se va a poner peor. Como cuando la tía tiene cáncer y el doctor dice que le queda una semana de vida o cuando tu hijo de cinco años está en el quirófano, a punto de perder un ojo por jugar con fuegos artificiales; siempre aparece uno que no encuentra que decir y suelta el: "No te preocupes, Dios está en control." O sea, rara vez ponemos nuestra fe en El y ahora menos, por eso: "imagínate, ya hicimos lo que pudimos démosle el 'control' a Dios (ahora)."
Primeramente: ¿qué es el control? ¿qué El está a cargo de lo peor? Si te soy sincero, de tan solo pensar que debo entregarle el control a Dios, me da tortículis (como la que tengo ahora que inspiro este post): porque YO quiero estar EN CONTROL. Es como esos programas donde la niñera viene a ponerle el tornillo que le falta a tu hijo o de la gente que viene a arreglar el desorden en tu casa (con diseñador y todo) y a ponerla como nueva. Sabes que si estás tranquilo y dejas que la niñera se haga cargo, tu niño parará con su tarea de matar a todos los gatos del barrio (ya ha matado tres perros pero no se lo dices a nadie), y que si dejas a la gente organizar, y deshacerse de unas cuantas chucherías que no tienes el dominio propio de botar, tu casa va a estar linda. Pero la desesperación que viene al no tener el timón es más fuerte que la esperanza de que todo mejorará. Por eso "Dios está en control" es la frase terminal y no... la del principio.
Pero si te soy honesto, también, con todo el dolor que trae saber que no depende de ti, que ya no se te necesita, que no hay puntos o millas ganadas por lo que hagas, que no eres imprescindible y que eres un simple ordinario; la verdadera libertad viene cuando le damos el timón y la llave a Dios (usualmente después de tres o cuatro o 1000 accidentes). Por eso "Dios está en control" debe ser la frase del principio y no... la terminal.
2 comentarios:
Me gusta esa frase: la desesperación que viene al no tener el timón es más fuerte que la esperanza de que todo mejorará.
Es un tema con el que he lidiado mucho últimamente. Dios obra una transformación en nosotros desde adentro, y a menos que le demos ese lugar tan preciado para nuestro ego, y nuestra sensación de control y poder, todo seguirá siendo una cuestión de casa arreglada por unos cuantos días.
Que Dios esté en control es una cuestión de lanzarse al vacío confiando en que seremos sostenidos. Pero creo que como humanos guardamos siempre la sospecha de lo peor, por eso en nuestras lanzadas nos llevamos el equipo de "bonging jumping" (o como sea q se le diga) por si nos arrepentimos en el camino y podemos volver a nuestra "mansa" superficie...
En fin... debe volverse una frase automática, en todo tiempo, diría yo.
Dios dice: "Te he dado cabeza. no es solo para el sombrero. Usala. Te he dado a tus hermanos. No son solo para estorbarte. Pideles ayuda! Te he dado una comunidad para apoyarte. No te quedes solo.
Te devuelvo el control, pero estoy a tu lado apoyandote dia a dia, minuto a minuto.
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