130- LA MALDICION DEL IGLECRECIMIENTO
Cada semana tengo la oportunidad de compartir en distintas comunidades cristianas en Santo Domingo o alrededor del país. Grandes, medianas o pequeñas, a veces en casas, o en patios. Es algo que me da mucha sastisfacción, poder conversar la Palabra con cristianos de distintos backgrounds y más allá de mi comunidad en El Círculo. Ahí lo observo, la cara de frustración de muchos pastores porque el ministerio no va como esperaban (no hay suficiente gente), porque no se han añadido los que pensaban estarían en este punto (no hay suficiente gente), porque Dios no se está glorificando ("no hay suficiente gente"). Muchos lo toman bien, aunque se frustran, otros ya no pueden más, otros tienen muchas preguntas... a Dios (les aseguro que en muchos casos no hay muchas respuestas), otros se disculpan ("Dios añadirá pronto más gente a esta comunidad, eso esperamos, ... etc."). Es quizás una de las cosas que más me molesta ver: gente linda, con un corazón por Dios, llevando una carga que ellos mismos se han puesto: "alcanzar suficiente gente." ¡Me quilla!
Es el maldito daño que le han hecho a la iglesia de Cristo, gente que le ha llenado la cabeza con las expectativas de que el éxito es ver mucha gente sentada en frente de uno. Mientras el salón no esté lleno, mientras no estés como la iglesia de moda, mientras no venga más gente, si no estas alcanzando "suficiente" (¿cuánto es suficiente?) "ALGO ESTAS HACIENDO MAL." Esto está llevando a la bancarrota emocional a un montón de gente buena que necesita romper ese maldito patrón. No solo eso, familias pastorales se están destruyendo porque el tipo está como loco buscando llenar el salón. Pastores y líderes están en centros de recuperación ¡porque no lo podían manejar! ¿Crees que eso es lo que quiere Dios? A nombre del iglecrecimiento gente convierte y bautiza a otros lo más rápido posible para hacer miembros, no discípulos, y luego nos preguntamos ¡qué carajos pasa con la calidad de vida de la gente que viene a la congre! ¡Al carajo con eso! ¡Oh, sí! Hay gente que puede manejar más gente de la que yo pudiese (cientos), pero eso no significa que esas deben ser mis expectativas, hay otros que solo pueden con 4 o 5, hay otros que deberían quedarse en sus casas y atender a su familia.
Así que, a ti que estás frustrado con el paradigma de los números: ¡SE FELIZ! Cómete un helado, no te estreses, descansa, ve con tu esposa a la playa o al campo de fin de semana, haz discípulos de quienes están contigo, riega, siembra y luego deja que Dios haga crecer el asunto (1 Corintios 3:6) hasta donde a El le de la gana, tú descansa.
3 comentarios:
Amen Hermano!!
Cargas q no nos corresponden.
Ambición.
Querer "no ser menos".
"Así podemos bendecir a más gente".
EL MEJOR POST QUE HE LEIDO ESTE AÑO!!
Extranjero: Es asi bro...
Lenin: Gracias bro, espero que sirva...
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