Oscura Luz
¿Quién me creo que soy?
Jesús fue burlado,
golpeado,
fuertes manos acostumbradas a la guerra, a pelear,
fuerzas élites golpearon el cuerpo del maestro.
Una
y otra vez.
«¡Profetiza!», decían,
«¿Quién te golpeó?», decían.
Y yo, ¿quién me creo que soy?
Adolorido, lo llevaron arriba y abajo,
a Pilato, a Herodes, y a... Pilato.
«Carga tu cruz...
Cansado, golpeado,
¡no nos importa!»
¡Yo! ¿Quién soy yo para no tomar mi cruz y seguirle?
Decían: «¿Quieres que sepan que eres rey?»
Ahí está:
Ὁ βασιλεὺς τῶν Ἰουδαίων οὗτος
hic est rex Iudaeorum
זֶהוּ מֶלֶךְ הַיְּהוּדִים
Sobre tu cabeza...
que todos lean en su lengua
que ese pedazo de cuerpo colgando,
esa burla que eres, dice que es un rey...
¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja!»
¿Qué habrá pensado Jesús?
En su mente el nombre de cada uno, sus luchas,
sus pecados, incluso la culpa y los crímenes de guerra
de aquella fuerza élite que le golpeaba, sus abusos...
«Padre, perdónalos,
muero también por ellos,
así has amado el mundo.»
Y yo, ¿tomaría mi cruz?
¿Quién me creo que soy para no entregarme todo y
para no entregarlo todo por el que todo lo dio por mi?
Yo...
Hoy abro mis brazos en amor, y le digo a Jesús:
«Heme aquí... eres Rey,
yo te sigo con mi cruz, y dejaré de ser
lo que creo y seré lo que quieres que sea."
Consumado es.
Jesús fue burlado,
golpeado,
fuertes manos acostumbradas a la guerra, a pelear,
fuerzas élites golpearon el cuerpo del maestro.
Una
y otra vez.
«¡Profetiza!», decían,
«¿Quién te golpeó?», decían.
Y yo, ¿quién me creo que soy?
Adolorido, lo llevaron arriba y abajo,
a Pilato, a Herodes, y a... Pilato.
«Carga tu cruz...
Cansado, golpeado,
¡no nos importa!»
¡Yo! ¿Quién soy yo para no tomar mi cruz y seguirle?
Decían: «¿Quieres que sepan que eres rey?»
Ahí está:
Ὁ βασιλεὺς τῶν Ἰουδαίων οὗτος
hic est rex Iudaeorum
זֶהוּ מֶלֶךְ הַיְּהוּדִים
Sobre tu cabeza...
que todos lean en su lengua
que ese pedazo de cuerpo colgando,
esa burla que eres, dice que es un rey...
¡Jajajajaja! ¡Jajajajaja!»
¿Qué habrá pensado Jesús?
En su mente el nombre de cada uno, sus luchas,
sus pecados, incluso la culpa y los crímenes de guerra
de aquella fuerza élite que le golpeaba, sus abusos...
«Padre, perdónalos,
muero también por ellos,
así has amado el mundo.»
Y yo, ¿tomaría mi cruz?
¿Quién me creo que soy para no entregarme todo y
para no entregarlo todo por el que todo lo dio por mi?
Yo...
Hoy abro mis brazos en amor, y le digo a Jesús:
«Heme aquí... eres Rey,
yo te sigo con mi cruz, y dejaré de ser
lo que creo y seré lo que quieres que sea."
Consumado es.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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