martes, marzo 19, 2019

Nuestra Teología Tiene Sus Límites (Job Parte 7)

"Dale mente, ¿has visto
morir al inocente?
¿alguna vez has visto al recto 
sufrir injustamente?"
Job 4:7

Las palabras de Job rompen el silencio de los amigos, que desde el capítulo 4 entrarán en una discusión ferviente sobre la naturaleza del sufrimiento: Elifaz caps.4-5, con la respectiva respuesta de Job en los caps. 6-7; le sigue Bildad en el 8, seguido por la respuesta de Job (9-10), y luego Sofar en el 11... y así; ¡es una batalla campal por tener la razón! La verdad es que: ninguno sabe nada, todos están de espaldas o ajenos al mundo espiritual (el espacio donde el asunto ha iniciado).
Bueno... Job sí sabe que cierta inocencia tiene, y es lo que va a defender hasta el final.

Ese "estar ajeno o de espaldas" a la realidad espiritual y cómo influencia nuestro mundo, es algo que compartimos con Job y sus ¿amigos?. La escena se repite constantemente (aunque quizás con menos intensidad), conversamos del dolor sin entender todo el asunto, y a eso le sumamos los clichés que suelen agudizar nuestra pena:
- A una madre que ha perdido un niño: "el Señor necesitaba otro ángel".
- A una muchacha recién casada que ha perdido a su esposo: "quizás no era la persona que te tocaba."
- A alguien que ha perdido el empleo: "¡fue la voluntad de Dios que tiene para ti algo mejor!"
- ¿Sigo?

Lo que vamos a leer de aquí en adelante nos va a hacer entender que el silencio es mejor, que es más conveniente esperar la respuesta de Dios... pero no vamos adelantarnos, tomemos el asunto parte por parte, capa por capa pues, si la enfermedad que ha golpeado a Job tiene la intención de llegar hasta sus huesos, sus amigos (sin la más íntima intención de hacer maldad, pero sí de estar en lo correcto) irán clavando la lanza hasta llegar a lastimar el interior de un hombre que ya ha sido golpeado por fuera.

Round 1: Elifaz ataca.
El texto en hebreo es hardcore, el mismo Robert Alter (que recién ha sacado a la luz su traducción de la Biblia Hebrea) dice que "la riqueza léxica del libro de Job desafía la traducción." Elifaz, el primer amigo de Job en reprocharle, apela a tres fuentes de conocimiento:
- una visión (4:12-21)
- su experiencia (5:3-7),
- sus estudios en el tema (5:27)

Es decir: "Pana, yo se lo que te digo... créeme". Comienza apelando a que Job viva por lo que aconsejaba, que se predique a sí mismo lo que proclamaba, que ponga en práctica lo que a otros le daba, que demuestre ahora en su decadencia el temor a Dios que mostraba en tiempos de riqueza. Y pasa a dudar de la integridad de Job, dando a entender que lo que le está pasando es el resultado de su pecado, de su maldad (v. 8, compárenlo con Proverbios 22:8 y con Oseas 10:13). ¡Es lo que ha observado! Y una visión que ha tenido se lo ha confirmado. Si leemos cuidadosamente la visión parece (si me permiten ver un poquito más de lo que quizás deba dentro del texto) que "el Satán" ha estado haciendo su trabajito fuera de los "espacios celestiales". La forma de hablar del espíritu que ha visitado a Elifaz cuando, probablemente, este pensaba en el caso de Job, turbado y sorprendido por la dureza de su calamidad, que no hacía ningún sentido con el ahora "supuesto estilo de vida" pulcro que su amigo llevaba, es similar a la forma en que aborda a Dios anteriormente. Y si le añades la pregunta: "¿Por qué le pasa esto a Job, pues "no hay como él en la tierra, un tipo irreprochable y recto, que reverencia profundamente a Dios, y no le llama la atención la maldad?" los versículos 17-19 son una respuesta:
«¿Puede el hombre ser justo frente a Dios? 
¿o un mortal ser puro frente a su creador? 
En sus mismos ángeles descubre faltas, 
ni aun sus criados los encuentra fieles, 
pues ¿cómo estarán limpios ante su Hacedor 
los que habitan en casas de arcilla, cimentadas en barro?»
(traducción de L.A. Schökel)

"¡Claro!" - habrá pensado Elifaz- "algo ha hecho Job que ha merecido toda esta maldad." Pues "si siembras viento, cosecharás un tornado" (Oseas 8:7) Creo que el-Satán hizo bien su trabajo, y Elifaz después de su silencio estuvo preparado para disparar y enderezar a su amigo Job, pues "es la única forma de salvarlo".

Algo a lo que usualmente no le prestamos atención es a que "la teología es importante". Lo que piensas de Dios, lo que crees, va a definir incluso cómo compartes el duelo con alguien. Pero nuestra teología (como bien nos va dejando ver el libro de Job) tiene sus límites, no todo lo conocemos aunque hayamos pasado tiempo en visiones, experiencias o estudios, y el amor y la misericordia son superiores que "tener la razón".
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons
Imagen de William Blake

5 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente!!!

Iseuris Raptada dijo...

excelente

Raffy Paz dijo...

Tremendo Fausto, gracias por compartirlo. Hay una riqueza en como Job nos presenta las "inervenciones" de los amigos. Que bien hicieramos si, en la gracia que nos ha sido dada, reconocieramos que no lo sabemos todo. Un abrazo

Fausto Liriano dijo...

Gracias Raffy por tu comentario!

Fausto Liriano dijo...

Gracias Iseuris y "Unknown", por leer y comentar :-)